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La Corte Suprema de Ana Gloria Chevesich

  • MCI
  • hace 55 minutos
  • 2 Min. de lectura

El desafío que enfrenta la nueva presidenta de la Corte Suprema, Ana Gloria Chevesich, es de una magnitud excepcional y exige algo más que pericia jurídica: requiere integridad personal, claridad de criterio y la valentía necesaria para conducir una institución cuya credibilidad está en juego. Sus credenciales y trayectoria indican que cuenta con esas condiciones y con la autoridad moral indispensable para ejercer ese liderazgo.


Las redes de influencia que hoy indignan —abogados, jueces, notarios y operadores— se formaron al amparo de una justicia administrable, donde el manejo del tiempo procesal, la integración de tribunales y el uso selectivo de las inhabilidades dejaron de ser garantías para transformarse en instrumentos. Cuando la legalidad formal sustituye a la imparcialidad efectiva, la justicia deja de corregir y comienza a acomodar.


Hay causas que condensan ese daño sin necesidad de un relato exhaustivo. Curauma es una de ellas. La manipulación en la asignación, tramitación y resolución de sus procesos muestra con claridad hasta dónde puede llegar la distorsión del sistema cuando los contrapesos fallan: 


1) En el 2° Juzgado Civil de Santiago, Rol 13913-2013, la quiebra de Curauma S.A. se tramitó de manera irregular pese a que la sociedad tenía domicilio legal en Valparaíso, habilitando la posterior liquidación y adjudicación de activos estratégicos a valores muy inferiores a tasaciones previas. 


2) En paralelo, en octubre de 2015, la 8ª Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago conoció el caso bajo el Rol 805-2015 con una integración selectiva: mientras en otras causas contra el Banco de Chile decenas de ministros, fiscales judiciales y abogados integrantes se declaraban inhábiles para resguardar la apariencia de imparcialidad, en Curauma esa regla se suspendió. De más de 20 jueces potencialmente afectados, solo 3 se excusaron; una ministra que sí se declaró inhábil en causas paralelas contra el mismo banco no lo hizo en este proceso. Los demandados —Euroamerica Seguros de Vida, su filial APE y el Banco de Chile— comparecieron bajo la defensa del mismo estudio jurídico, Claro y Cía., plenamente consciente de las inhabilidades vigentes.


3) El sobreseimiento definitivo de Manuel Cruzat Infante, decretado el 5 de junio de 2025 por el 4° Juzgado de Garantía de Santiago, Rol 6654-2014, cerró el circuito. La causa penal, ingresada el 27 de junio de 2014, se extendió por más de 11 años con cautelares y sin llegar a juicio oral, imputando delitos de quiebra fraudulenta, estafa y falsedades procesales, y fue impulsada por querellantes directamente vinculados a los beneficiarios económicos del proceso concursal. En una audiencia de apenas nueve minutos, el tribunal acogió la solicitud de la defensa sin oposición del Ministerio Público. 


Por eso, el desafío de la nueva presidencia de la Corte Suprema no se resuelve con códigos de ética ni declaraciones institucionales. La confianza no se restituye con arquitectura normativa, sino con decisiones que incomodan y con revisiones que no distinguen jerarquías ni trayectorias.


 
 
 
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