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Banco de Chile, "el" banco de Chile.

  • MCI
  • hace 2 días
  • 2 Min. de lectura

** Leer articulo que antecede: Corte de Apelaciones: la ruta de la corrupción Hay datos que, por sí solos, describen un patrón. En octubre de 2015, cada vez que el Banco de Chile aparecía como parte en la Corte de Apelaciones de Santiago, la respuesta institucional fue casi mecánica: 


- entre 15 y 23 ministros, fiscales judiciales, suplentes y abogados integrantes se declaraban inhábiles. 


Así ocurrió en los roles 9951-2015; 9990-2015; 10384-2015; 10676-2015 y 10677-2015, todos tramitados entre el 7 y el 27 de octubre de 2015.

Esa masiva autoinhabilitación era la regla.


Hasta que dejó de serlo.


El Rol 805-2015, el único que cruzaba directamente los intereses del Banco de Chile con el conflicto Curauma y las sociedades del grupo Euroamerica Seguros de Vida, fue conocido por una sala integrada casi sin excusaciones. El 1 de octubre de 2015, mientras las causas inmediatamente anteriores y posteriores exhibían decenas de inhabilidades, en este caso solo tres suplentes se apartaron. Ningún ministro titular, ningún fiscal judicial, ningún abogado integrante. La excepción más nítida en un mes dominado por la cautela generalizada del tribunal frente a materias vinculadas al Banco.


La sala estuvo presidida por Juan Cristóbal Mera, acompañada por la ministra suplente María Cecilia González Díez —quien, paradójicamente, se había declarado inhábil en múltiples causas contra el mismo Banco de Chile en esas mismas semanas— y por el abogado integrante Osvaldo García Rojas. La relatora originalmente asignada fue sustituida sin explicaciones públicas.


A esa singularidad se suma otro dato sensible: la defensa del Banco de Chile y de Euroamerica estuvo a cargo del estudio Claro & Cía., encabezado por Cristóbal Eyzaguirre Baeza y su padre José María Eyzaguirre García de la Huerta. Se trata del mismo estudio que litigaba simultáneamente en varias de las causas donde el tribunal sí mantuvo su política de inhabilidades masivas. En otras palabras: el estudio conocía la práctica, conocía el estándar y presenció —sin objetar— la única ruptura de ese estándar justo en el caso que podía favorecer a sus representados.


La secuencia es exacta:


- 7 de octubre: 21 inhabilidades (Rol 9951-2015).

- 8 de octubre: 22 inhabilidades (Rol 9990-2015).

- 9 de octubre: 23 inhabilidades (Rol 10384-2015).

- 1 de octubre (pero tramitado en idéntico período): 3 inhabilidades para el Rol 805-2015.

- 23 y 27 de octubre: nuevamente 22 y 23 inhabilidades.


Solo un caso rompe el patrón. Solo uno beneficia al Banco de Chile. Y solo uno involucra directamente al estudio que concentraba su defensa.


El 5 de noviembre de ese mismo año, Manuel Cruzat Infante presentó una denuncia al entonces presidente de la Corte de Apelaciones, Carlos Gajardo Galdames, adjuntando la evidencia de la anomalía. 


Nunca se respondió.


 
 
 

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