Tongo Judicial
- MV
- 15 mar
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El sistema judicial chileno tiene un método para repartir casos entre los juzgados civiles de Santiago.
Se supone que es como un sorteo: justo y aleatorio. Pero el 19 de diciembre de 2013, algo falló...
La quiebra de Curauma S.A. terminó en el 2° Juzgado Civil, cuando las normas dictaban que debía ir al 6°.
¿Qué pasó?
Las reglas del Poder Judicial son claras y tienen 3 pasos:
1) Elegir los juzgados aptos para quiebras (19 de 30 en este caso).
2) Identificar cuál tiene menos casos de quiebras (todos tenían 5, un empate).
3) En caso de empate, asignar el caso al que tenga menos carga total.
Aquí viene el dato clave: en 2013, el 6° Juzgado tenía 14.027 causas acumuladas; el 2° llegaba a 15.200. El 6° era el ganador indiscutible. Sin el tercer paso, cada juzgado tendría un 5,26% de probabilidad (1 de 19). Con el tercer paso, el 6° era el único destino lógico, y el 2° no tenía ninguna posibilidad. Y, sin embargo, el caso fue dirigido al 2° Juzgado Civil.
Un análisis posterior estimó que esto podría ocurrir por puro azar en solo un 0,175% (1,75 de cada 1.000).
¿Casualidad?
Los números dicen que no. Es obvio y evidente que el sorteo fue manipulado.
¿Quién o quiénes lo manipularon? Nosotros lo sabemos y lo hemos denunciado infinitas veces.